El secretario general de Gobierno, Santiago De la Peña Grajeda, ha señalado que el elevador instalado en la Estación Catedral de la ruta troncal Bowí sufrió un error de diseño inicial al no prever el problema de los escurrimientos de agua. A pesar de que la ruta troncal está bajo la responsabilidad del Gobierno del Estado, la administración de la Estación Catedral recae en el Ayuntamiento. En repetidas ocasiones, se ha tenido que drenar hasta 70 centímetros de agua del foso del elevador debido a este problema.
De la Peña Grajeda ha mencionado que la inactividad del elevador posiblemente no se deba a la falta de mantenimiento, sino al inconveniente de los escurrimientos que afectan el paso inferior.
De acuerdo con sus declaraciones: “El problema del elevador de la Estación Catedral en la ciudad de Chihuahua no tiene que ver con falta de mantenimiento o con falta de atención, es un error de diseño inicial. Quien ejecutó la obra, quien instaló ese elevador nunca se dio cuenta (y creo que eso lo vemos cuando pasamos todos los días por ahí) de la cantidad de escurrimientos”.