Especialistas en mamíferos marinos del Oceanogràfic de Valencia (en el este de España) y de los acuarios americanos de Georgia Aquarium y SeaWorld, llevaron a cabo un arriesgado operativo internacional para rescatar con éxito dos belugas del Delfinario NEMO de Járkov, en Ucrania, y trasladarlas al acuario valenciano.
Járkov, devastada por la guerra, soporta bombardeos frecuentes a menos de un kilómetro de distancia del acuario NEMO y esta operación de rescate, “muy compleja” y de “alto riesgo”, que ha requerido varios meses de preparación, ha implicado numerosos desafíos y ha requerido cooperación internacional.
Los animales, un macho de 15 años llamado Plombir y una hembra de 14 años llamada Miranda, llegaron al Oceanogràfic de Valencia durante la noche del 18 de junio en condiciones de salud delicadas tras un largo viaje desde la zona de conflicto, según informa el acuario valenciano en un comunicado.
La evacuación de las belugas comenzó con un trayecto de 12 horas por carretera desde Járkov hasta Odesa, donde los cuidadores ucranianos se reunieron con los equipos del Oceanogràfic, de Georgia Aquarium y de SeaWorld, quienes realizaron los primeros controles veterinarios. Tras el chequeo, retomaron el viaje hasta la frontera con Moldavia.
La colaboración de la Oficina de la Unión Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) fue crucial para agilizar el paso fronterizo y reducir el tiempo de llegada al aeropuerto de Chisináu en Moldavia. Un avión, especialmente fletado para las belugas y en el que viajaron seis expertos internacionales en cuidado animal, ha completado con éxito su traslado hasta Valencia tras cinco horas de vuelo.
A su llegada, el director general de Medio Natural y Animal de la Generalitat Valenciana, Raúl Mérida, ha recibido al equipo de rescate y las belugas han sido trasladadas rápidamente al Oceanogràfic en dos vehículos terrestres de gran tamaño.
El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha destacado que este rescate, que se ha realizado en una situación de extremo peligro, “constituye un hito histórico a nivel mundial en materia de protección animal.”
Mazón ha resaltado que es “un honor” que el Oceanogràfic cuente con dos nuevas belugas que han sido “rescatadas del horror de la guerra en Ucrania y han vivido una difícil situación en los últimos meses, y que los grandes profesionales que tiene el Oceanogràfic van a trabajar intensamente para que se recuperen”.
El Oceanogràfic es el mayor acuario de Europa y el único del continente que cuenta con belugas en sus instalaciones. Además, es el centro de conservación marina más cercano a Ucrania y está acreditado por los organismos internacionales más rigurosos en materia de bienestar animal.
“La guerra en Járkov ha provocado escasez de alimentos, energía y medicamentos y, con ello, el acuario NEMO ha visto mermada su capacidad de garantizar el máximo cuidado de sus animales. Esta escasez de suministros técnicos ha complicado también la logística del rescate”, comenta Daniel García-Párraga, director de Operaciones Zoológicas del Oceanogràfic de Valencia.
“Las belugas presentaban una condición corporal subóptima para emprender este tipo de viajes, pero si hubieran continuado en Járkov, sus posibilidades de supervivencia hubieran sido muy escasas”, afirma García-Párraga.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania en 2022, el Delfinario NEMO ha evacuado a varios de sus animales, incluidas focas, leones marinos y delfines, aunque trasladar las belugas era una operación logística “mucho más compleja debido a su tamaño y necesidades técnicas específicas”.
“Aplaudo a los miembros de la AZA, al Oceanogràfic, Georgia Aquarium y SeaWorld, por reunir al mejor equipo de expertos en mamíferos marinos del mundo para trabajar con el acuario ucraniano en lo que, posiblemente, sea el rescate más complejo jamás realizado”, comenta Dan Ashe, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA).
Las complicaciones “han sido inmensas, hemos trabajado incansablemente para identificar y minimizar los riesgos y proteger a las belugas durante todo el viaje hasta Valencia”. añade Dennis Christen, director senior de bienestar y comportamiento animal de Georgia Aquarium.
“Los cuidadores ucranianos han mostrado un gran valor, y todo el equipo ha hecho lo posible para garantizar la comodidad y seguridad de las belugas durante su evacuación a Valencia”, comenta Keith Yip, especialista en cuidado animal de SeaWorld.
Las belugas permanecerán inicialmente en áreas que no son accesibles ni visibles al público y cuando estén totalmente recuperadas y adaptadas se unirán a Kylu y Yulka, las belugas residentes del Oceanogràfic de Valencia.