Joselyn Jhoana Toaquiza, la ecuatoriana de 21 años, asesinada, presuntamente, por un compatriota en Syracuse, Nueva York, había llegado a los Estados Unidos huyendo de los abusos de su pareja en el país sudamericano.
Informes de medios como Syracuse.com esta semana señalan que la joven cruzó parte de la selva del Amazonas a pie con su familia y llegó hasta México antes de cruzar a EE.UU. donde solicitó asilo. Antes de ubicarse en Syracuse, en el estado de NY, trabajó en otras dos ciudades. En “upstate”, la migrante buscaba mayor estabilidad, relató su familia.
La hispana cruzó ilegalmente por la frontera sur hacia Lukeville, Arizona, el 19 de junio de 2023, según un reporte del New York Post.
Mientras se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, declaró que temía regresar a su país natal porque estaba siendo amenazada por su expareja. La joven, que planeaba dirigirse a Chicago, fue liberada con una orden para comparecer a una audiencia judicial posterior.
El sospechoso de sofocarla fue identificado como el ecuatoriano Jhon Moises Chacaguasay-Ilbis, también de 21.
Este jueves, Chacaguasay-Ilbis fue formalmente acusado por el asesinato de Toaquiza en la Corte de la Ciudad de Syracuse. El presunto asesino le quitó la vida el día de su cumpleaños, el 18 de junio. Posteriormente, el sospechosó enterró el cuerpo en Lincoln Park.
La víctima había acordado encontrarse con el hombre en un Airbnb.
Imágenes de cámaras de seguridad en la unidad los muestran ingresando a la propiedad poco antes de las 4:30 p.m. del referido día.
Horas después, el sospechoso presuntamente fue captado cargando a la joven en su espalda con las manos de esta alrededor del cuello para enterrarlo en el parque.
Chacaguasay-Ilbis huyó en un bus Greyhound de vuelta a su residencia en el condado Rockland de Spring Valley, de acuerdo con las autoridades.
No fue hasta el sábado que los restos de Toaquiza fueron hallados, después de que su familia la reportó desaparecida.
Chacaguasay-Ilbis enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y ocultamiento de cadáver. El ecuatoriano se entregó a las autoridades el martes.
En su comparecencia judicial el jueves, alegó no recordar el asesinato por estar muy borracho.
En el caso del acusado, este cruzó la frontera en enero del año pasado hacia El Paso, Texas, pero fue liberado porque, supuestamente, no había espacio para mantenerlo bajo custodia.
Alegadamente, víctima y victimario habían acudido a la misma escuela elemental en el país sudamericano.