El porcentaje de niños vacunados contra enfermedades como el sarampión, el tétanos o la difteria se estancó en 2023 y sigue habiendo decenas de millones de ellos sin recibir esta inmunización, advirtió la ONU, señalando que la cobertura sigue por debajo de la que existía antes de la pandemia.
La crisis sanitaria que afectó al mundo por covid paralizó los programas de vacunación en muchas redes sanitarias nacionales, especialmente en países en desarrollo, y aunque se han emprendido iniciativas para recuperar lo perdido, todavía no han sido del todo exitosas, según las cifras que muestran la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
Así, el porcentaje de niños que el pasado año recibieron al menos una dosis de las dos que requiere la vacuna contra el sarampión fue del 83 por ciento, el mismo que en 2022, cuando en el año 2019, el anterior a la pandemia, era del 86 por ciento, explicó en rueda de prensa el director global de inmunización de Unicef, Ephrem Lemango.
Aumentó paralelamente el número de niños en el mundo que no recibieron ni una sola dosis de vacuna contra el sarampión, hasta los 22.1 millones, frente a los 19.3 millones de hace un lustro.
Como dato positivo, el porcentaje de niños que han recibido la pauta completa fue mayor el pasado año (74 por ciento) que en 2022 (73 por ciento) y 2019 (71 por ciento).
Los países con coberturas más bajas de vacunación con sarampión en muchos casos son lugares en conflicto o vulnerables, aunque en primer lugar se sitúa una nación europea, Montenegro, con una tasa de apenas el 24 por ciento, seguida de Corea del Norte (28 por ciento), República Centroafricana (41 por ciento) y Yemen (45 por ciento).
“Tres de cada cuatro niños viven en zonas con gran riesgo de brotes de sarampión”, advirtió Lemango, quien recordó que el pasado año se confirmaron 300 mil casos de la enfermedad a nivel mundial, casi el triple que el año anterior.
De forma similar, el porcentaje de niños que recibieron las tres dosis necesarias de la vacuna DTP contra difteria, tétanos y tos ferina, fue del 84 por ciento el pasado año, el mismo porcentaje que en 2022 pero dos puntos porcentuales menos que en 2019.
Un 89 por ciento recibió al menos una o dos dosis de esta vacuna, de nuevo una tasa idéntica a la del año anterior e inferior a la anterior a la pandemia, que era del 90 por ciento.
Hasta 14.5 millones de niños no habían recibido en 2023 ni una dosis de esta vacuna básica para la prevención de estas enfermedades, cuando en 2019 este número era de 12.8 millones.
En este caso los países con tasas de vacunación más bajas son Corea del Norte (41 por ciento), Papúa Nueva Guinea (45 por ciento) y Somalia (52 por ciento), mientras que Venezuela está en la octava posición por la cola con una cobertura de solo el 67 por ciento.
“La cobertura global de la inmunización todavía no se ha recuperado del histórico retroceso que sufrió durante la pandemia”, resumió la directora de programas de vacunación de la OMS, Katherine O’Brien.
OMS, UNICEF y la Alianza para las Vacunas GAVI, que colabora con ambas en la inmunización en países en desarrollo, han lanzado la estrategia “La Gran Puesta Al Día” para recuperar las cifras anteriores a 2020, y según destacó Lemango ello se ha logrado en 25 de los 35 países donde se ha aplicado esta estrategia.
VPH
En el lado positivo, OMS y Unicef destacaron el gran avance en la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), que a largo plazo puede causar cáncer cervical en las mujeres.
La cobertura global fue en 2023 del 27 por ciento, siete puntos más que en 2022 y 10 más que en 2019, beneficiada sobre todo por la introducción de vacunas monodosis frente a las tradicionales que exigían dos inoculaciones.
Esta mejora, destacó O’Brien, se debió también en parte a la campaña de introducción de la vacuna contra el HPV en países de grandes poblaciones como Bangladés, Indonesia o Nigeria, con el apoyo de GAVI.
Los responsables de OMS y Unicef recordaron que se calcula que las vacunas han salvado unos 154 millones de vidas en el último medio siglo, especialmente las desarrolladas contra el sarampión, responsables de aproximadamente el 60 por ciento de vidas salvadas.