Al menos 17 civiles murieron entre el lunes y el miércoles en un nuevo ataque perpetrado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) por las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo rebelde con vínculos difusos con el Estado Islámico (EI), confirmó a EFE este jueves un portavoz de la sociedad civil.
El ataque se produjo en “varias aldeas” de la localidad de Babila-Bakaiku, en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte, y los cuerpos fueron descubiertos el miércoles, detalló el portavoz de la sociedad civil de Beni, Delphin Mupanda, que subrayó que el balance de víctimas es aún provisional.
Según su relato, las milicias atacaron “a la velocidad del rayo”, entre otras, en las aldeas de Nzaku, Kota, Akwekwe y Mangambo, la más afectada, en la que aún continúan las labores de búsqueda.
“Las víctimas se dirigían a trabajar en los campos y, desgraciadamente, fueron sorprendidas en el camino, mientras que otras fueron asesinadas cuando ya habían llegado a los campos y murieron en el acto. Varias fueron degolladas y otras fueron asesinadas con las manos”, añadió Mupanda.
La semana pasada, otros 37 civiles murieron en la aldea de Kazor, también en el territorio de Beni, a manos de las ADF.
Las ADF son una milicia de origen ugandés, pero en la actualidad tiene sus bases en las provincias vecinas congoleñas de Kivu del Norte e Ituri, donde cometen frecuentes ataques y mantienen aterrorizada a la población desde la intensificación de ataques contra civiles.
Sus objetivos son difusos, más allá de una posible vinculación con el EI, que en ocasiones se responsabiliza de sus acciones.
Las autoridades ugandesas también acusan al grupo de organizar ataques dentro de su territorio y, en noviembre de 2021, los Ejércitos de Uganda y la RDC empezaron una operación militar conjunta aún en curso para luchar contra estos rebeldes.
Aunque los expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no hallaron pruebas de un apoyo directo del EI a las ADF, Estados Unidos las identifica desde marzo de 2021 como “una organización terrorista” afiliada al grupo yihadista.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por más de un centenar de grupos rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en el país (Monusco).