Una excursión escolar en Tailandia terminó en tragedia este martes cuando un autobús que transportaba a estudiantes y maestros colisionó a las afueras de Bangkok, dejando al menos 25 muertos, entre ellos 22 niños.
El accidente ocurrió tras el reventón de un neumático delantero, lo que provocó que el conductor perdiera el control del vehículo y terminara colisionando a alta velocidad. El impacto desencadenó una explosión y un incendio que consumió el autobús rápidamente, atrapando a la mayoría de los pasajeros.
No obstante, otra versión apunta a que el autobús empezó a incendiarse mientras iba a toda velocidad, lo que ocasionó la pérdida de control del mismo.
Los servicios de emergencia, que llegaron al lugar del accidente en la autovía Vibhavadi Rangsit, cerca del aeropuerto Don Mueang y el centro comercial Zeer Rangsit, lograron rescatar a 19 personas con vida, incluidos 16 menores y tres maestros, que fueron trasladados a varios hospitales. La policía confirmó que el conductor del autobús huyó tras el accidente y apagó su teléfono, y se ha iniciado una búsqueda para localizarlo.
El autobús estaba en una excursión educativa que los había llevado a Ayutthaya. Su destino final era una exposición sobre energía eléctrica en Bangkok.
Según el inspector de seguridad vial Kittirat Panphet, el autobús funcionaba con gas natural y no se encontraron extintores a bordo. Además, una de las dos salidas del vehículo estaba bloqueada, lo que impidió que muchos de los pasajeros pudieran escapar.
Las primeras investigaciones señalan que el incendio se propagó con rapidez, lo que dejó a varios ocupantes atrapados. Algunos lograron escapar por las ventanas del vehículo, pero otros no tuvieron la misma suerte.
El director general de la Policía, Kitrat Phanphet, indicó en una conferencia de prensa que los equipos de rescate aún están recuperando los cuerpos atrapados entre los restos del autobús. «Estamos retirando los asientos y sacando los cuerpos para llevarlos al Instituto de Medicina Forense del Hospital de la Policía», declaró.
El ministro de Interior, Anutin Charnvirakul, visitó el lugar del accidente. «Este es un día trágico para nuestra nación. Nuestros corazones están con las familias afectadas», señaló.